martes, 6 de marzo de 2012

Un día de locos


Esta semana iba muy tranquila, hasta el viernes.
El sábado me sentía muy culpable por lo del día anterior pero solo quería olvidarlo. Así, le hablé a una amiga para que me acompañara de compras. Quizá así me sentiría mejor. Ella aceptó. Compré un poco de ropa. Después fuimos por un café. Ahí le conté lo que había hecho y la razón por la cual me sentía mal.


Al siguiente día me sentía mejor porque decidí hacer como si nada hubiera pasado. Después una amiga me mandó un mensaje y me preguntó si podíamos vernos. Así, me arreglé y estrené una playera que había comprado. Me fui a verla. Cuando llegué me preguntó si la acompañaba a comprar un regalo. No quería ir porque íbamos al mismo lugar donde había estado el sábado, pero acepté.

Llegamos y estuvimos viendo muchas cosas hasta que compró un perfume. Íbamos saliendo de la tienda cuando empezó a sonar la alarma. El de seguridad nos detuvo y pidió que le enseñáramos lo que habíamos comprado. Lo hizo y supuestamente ya podíamos irnos, pero la alarma siguió sonando. Y dijo que iba a revisar nuestras bolsas. Lo dejamos, pero como se seguía activando nos revisó a las dos, y se dio cuenta que se activaba por mí. Fue muy vergonzoso porque sentía las miradas de la gente y de que se burlaba.

No entendía por qué, hasta que recordé que el día anterior había comprado ahí la playera y no le había quitado una barrita. Eso hacía que sonará. Le expliqué, y me pidió el ticket pero no lo traía. Así, no me creyó y nos llevó con el gerente.
Al llegar con el gerente le explicamos el problema y su única solución era que pagara la prenda o si no, llamaría a la policía. Se me ocurrió decirle que revisara las cámaras de seguridad, y aceptó. Se tardó mucho en encontrar el momento en que habíamos entrado a la tienda, pero al final apareció. Vio que todo el tiempo traje la misma ropa. Así, se disculpó y me obsequiaron unas cosas, por el mal momento que me habían hecho pasar.
Ahora estoy segura de que mi karma empezó cuando me perdí en el panteón. Aún sigue, pero creo que va empeorando, y con lo que hice el viernes no quiero imaginar cómo va a terminar. Todo por dejarme llevar por los momentos y por mi amigo el alcohol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario